viernes, 19 de agosto de 2016

leer y crear



En 1978 la editorial Colihue presenta su primera colección: la colección literaria Leer y Crear (LyC) de “literatura orientada a la educación”, dirigida desde entonces y hasta 2006 por la profesora Herminia Petruzzi.

LyC repite el producto editorial para la cultura escolar que había inventado GOLU (Bombini, 2004): todos los títulos se presentan rodeados de paratextos;  introducciones y notas que pretenden orientar y guiar la lectura situando al texto en la historia literaria, en el género, en una tradición. Como en GOLU, la selección de textos de la colección responde a las que eran lecturas obligatorias de los programas de la escuela media  Tempranamente en la colección y coincidiendo en el tiempo con las nuevas inclusiones de GOLU- desde el volumen 10, LyC (Cuentos para el primer nivel)  introduce en su catálogo lecturas alternativas a esos programas.

Publica tanto obras contemporáneas  -en los géneros cuentos, teatro , poesía- como la novedad de textos en traducción . Publica como teatro breve dos antologías que incluyen algunas de las obras estrenadas en Teatro abierto un año después de que se estrenaran. Su anotador es uno de los dramaturgos de teatro abierto, Patricio Esteve. 
Otra novedad es la incorporación  a las lecturas posibles en la escuela cuentos de las literaturas regionales.

Las introducciones se ocupan de proponer líneas de abordaje del texto que Bombini llama notas de profesor (Bombini, 2004). Pero además al modo de los libros que, como señala Roger Chartier (1993), articulan escritos y gestos porque tienen como función producir conductas consideradas legítimas y útiles: los paratextos proponen modos posibles de repensar las clases de lengua y literatura con la inclusión de un alumno que produce textos y lecturas, que comenta, debate, relaciona con su contexto y otros textos o en términos del “Qué nos proponemos” firmado por Herminia Petruzzi y que  abre algunos volúmenes: “hacer de la cátedra de literatura una experiencia vital, activa y gratificante para alumnos y profesores”, “lograr esa “clase” de literatura que se pareciera en parte a una charla entre gente que se interesa por un tema y lo discute y lo analiza con fervor.”

Para lograrlo y remarcado en el “crear” del título de la colección, LyC introduce una novedad respecto de su colección modelo: al estudio preliminar y al texto, le siguen actividades posteriores a la lectura para llevar a cabo en el aula con la presencia del docente. Quienes concretizan en cada volumen esta propuesta son profesores que se desempeñan en la escuela secundaria y otros son reconocidos actores del campo intelectual (Eduardo Romano, Delfina Muschietti, Nora Mazziotti, Patricio Esteve, Lidia Blanco, Jorge Panesi). 

Como parte del proyecto de renovación de las lecturas en el escuela secundaria e inserta en el proceso de psicologización del discurso pedagógico y las propuestas didácticas que ponen en el centro la subjetividad adolescente de las décadas de los 60 y 70 (Piacenza, 2002) en 1983, la editorial Colihue lanza el Concurso anual de novela juvenil [1]. En sus bases  -que aparecen raramente en los estudios preliminares de algunas de las novelas premiadas- podemos leer algunas de las condiciones que –para la editorial- hacen de una novela, una novela juvenil y que irán modelando ese producto editorial-escolar (Piacenza, 2002): “deberán responder a inquietudes de lectores comprendidos entre los 12 y los 15 años” y “deberán tener entre 35.000 y 70.000 palabras”, lo que resultará en las nouvelles que aparecen en esta colección y terminan imponiéndose en los 90 de la mano de editoriales escolares de capitales multinacionales (contra otra tradición de literatura juvenil que, desde Harry Potter apuesta a las miles de páginas de trilogías y sagas). 

Las novelas ganadoras se integrarán a la colección LyC respetando sus características de notas de profesor:
la novela juvenil es, entonces, un texto que puede ser objeto de estudio en la escuela a la par de los textos canonizados del programa.


[1] Las bases se reproducen en el estudio introductorio de una de las novelas ganadoras, Los viajeros misteriosos de Jorge Dágata (segundo premio).

1 comentario:

  1. Bombini, Gustavo (2004) Los arrabales de la literatura. La historia de la enseñanza literaria en la escuela secundaria argentina, (1860-1960), Buenos Aires, Miño y Dávila.
    Chartier, Roger (1993) Libros, lecturas y lectores en la Edad Moderna, Madrid, Alianza.
    Piacenza, Paola (2002 ) “Enseñanza de la literatura y canon escolar” en Textos en contexto, Buenos Aires, Lectura y vida.

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