viernes, 19 de agosto de 2016



En la introducción del segundo premio su autor, Jorge Dágata, , declara haber escrito especialmente para el concurso una novela de aventuras según sus propias preferencias adolescentes interesado porque “el libro va a la escuela” (1) 
Carel de Héctor José Nervi, una reedición de un libro publicado en 1972 y recomendado  por el jurado del primer concurso completa esta primera publicación de literatura juvenil.  Su autor, docente de lengua y literatura, es presentado como un autor regional (en la línea que ya había explorado LyC en las antologías publicadas) que, inscripto en el realismo, recupera sus recuerdos de infancia y adolescencia. 

Estos tres primeros textos de literatura juvenil que ocupan los lugares 67 a 69 del catálogo demarcan algunas características que se mantendrán a lo largo de los concursos cuyos premios irán completando la colección de novelas juveniles dentro de LyC: obras inscriptas en un verosímil realista que tienen como personajes a adolescentes similares a los lectores imaginados y que desarrollan el conflicto narrativo según el molde propuesto por la novela de iniciación o aventura sin explorar temas que pudieran resultar problemáticos en la comunidad educativa que imaginan.  
Esta similitud personaje/lector aparece reforzada en el primer premio que sitúa la trama en contextos escolares e imagina a su lector modelo no solo como un joven, sino como un joven que va a la escuela. En este primer título de literatura juvenil es tan notable la relación de identificación entre los personajes y los jóvenes alumnos lectores que en la sección de actividades se propone que se replique lo que ocurría en la novela: los lectores podrían hacer en el aula durante las clases de lengua y literatura una revista escolar similar a la que habían hecho los personajes y que fue descripta en un largo capítulo como núcleo narrativo a partir sobre todo de conversaciones que remedan el lenguaje adolescente. 
La ilusión de realidad se sostiene por su parte por la posibilidad de rehacer, en la ciudad de Rosario, los derroteros de los personajes y por la inclusión, en los paratextos escolares, de las biografías de los escritores y artistas mencionados en las clases ficcionales algunos de los cuales, además, ilustran el volumen. (2)





1 comentario:

  1. 1. En el estudio preliminar.
    2. Los ilustradores: Roberto Fontanarrosa, Pedro Giacaglia y Mario Perone.

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