viernes, 19 de agosto de 2016



A pesar de las declaraciones y quizás por “que las hay, las hay” según señala Petruzzi respecto de novelas que se enmarcan dentro de la literatura juvenil, las tres novelas premiadas –Hojas de la noche de Eduardo Muslip, Cruzar la noche de Alicia Barberis y Sombras y árboles de Graciela Ballestero-apuestan a un protagonista joven que se embarca en una viaje de iniciación.  Un hecho destacable, en esta operación de declarar a la literatura juvenil como una parte de la literatura general y algo más que un producto para la escuela es que la editorial subraya el cambio de elección del jurado (son escritores en lugar de  docentes) y las dedicatorias de los autores –referidas al contexto y el campo intelectual– a diferencia de las de los primeros premios que eran reconocimientos familiares.

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